miércoles, 26 de marzo de 2014

"La solución de España pasa por una política educativa pero también de intervención social". Conferencia: "La misión político-cultural de la Generación del 14", por el Dr. Sánchez de Movellán

El Ateneo de Santander el pasado miércoles día 26 de marzo acogió la conferencia organizada por el Centro de Santander de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) pronunciada por el propagandista vicesecretario del Centro de Madrid y director de la Vniversitas Senioribvs CEU, Dr. Luis Sánchez de Movellán, bajo el título: “La misión político cultural de la Generación del 14”. Esta conferencia se enmarca dentro del centenario que se conmemora este año 2014 y como "anticipo" del curso de verano que la ACdP celebrará con este motivo durante el próximo mes de julio en el seminario de Monte Corbán de Santander, dirigido por el mismo Dr. Sánchez de Movellán.

Conferencia del Dr. Sánchez de Movellán (a la izquierda), junto al Dr. Vallejo (a la derecha).
 
El secretario del Centro, Alfredo Alonso, dio la bienvenida al nutrido auditorio congregado, entre quien se encontraban el delegado diocesano de Apostolado Seglar, varios miembros de la Real Sociedad Menéndez Pelayo, del Centro de Estudios Montañeses y de la Sociedad Cántabra de Escritores, además de representantes de la vida académica y profesional de Santander.
 
El doctor en Filosofía, José Alberto Vallejo, fue el encargado de presentar al ponente quién comenzó su intervención realizando una disección del concepto de intelectual y su plasmación española. El adjetivo intelectual va a tener su momento de mayor expansión en la última parte del siglo XIX y nos va a hacer pensar, de algún modo, en la palabra rusa intelligentzia cuya paternidad ha de atribuirse al novelista Boborykin en 1860. Hasta finales del siglo XIX difícilmente se va a encontrar en español una palabra que exprese  la conciencia de la existencia de un grupo como la intelligentzia rusa o los intelectuales del siglo XX. El uso de la palabra intelectual como sustantivo entra en la lengua española casi al mismo tiempo que en la francesa a raíz de la organización de los profesores y escritores franceses en torno al conocidísimo affaire Dreyfus. De un examen de la literatura krausista, regeneracionista y de la proveniente de la Generación del 98, podemos concluir que la introducción del sustantivo intelectual se debe a los hombres del 98. En textos de Maeztu y de Unamuno, anteriores a 1898, se encuentra la utilización del término.
 
El vicesecretario del Centro de Madrid analizó la estrecha relación entre intelectuales y la política, partiendo de la afirmación que hizo Ortega y Gasset en 1927, acerca de que “España es el único país donde los intelectuales se ocupan de política inmediata”. La Generación del 14 fue la generación intelectual más importante de toda la historia de la España moderna. Fue una generación, en palabras de Olariaga, muy ambiciosa, con una aspiración casi quijotesca. Fue una generación que quiso hacer ciencia y política simultáneamente. Para esa generación la política venía a ser una de las formas de realización de la temporalidad radical del hombre. En este punto el ponente no dejó pasar la oportunidad de destacar la figura del siervo de Dios Ángel Herrera Oria, perteneciente a esta Generación, y los principios de la Doctrina Social de la Iglesia defendidos por la ACdP, lo que supuso toda una revolución en aquel momento histórico.
 
A continuación, se pasó a enmarcar a la Generación de 1914 en la coyuntura histórica, hispánica y europea, en la que va a adquirir su profunda significación intelectual. El homenaje a Azorín en los jardines de Aranjuez, el 23 de noviembre de 1913, va a ser el pórtico de acceso a la plena vigencia social de la generación referenciada. La fiesta de Aranjuez en honor de Azorín fue la antorcha que transmitió la Generación del 98 a la del 14, y en esa antorcha va prendido el amor y la inquietud por el problema de España. El símbolo de la dimensión política de la Generación de 1914 y de su afán de renovación cultural, va a ser el Monasterio de El Escorial. A él se refiere reiteradamente Ortega y Gasset, que inicia sus Meditaciones del Quijote con una evocación del monasterio y del bosque que lo circunda. Pero quien mejor supo ver el valor simbólico de la obra filipina fue, sin duda, Manuel Azaña que dejó escritas inspiradas frases sobre la misma. Los hombres de 1914 van a intervenir en política en cuanto intelectuales, por considerar que la participación de éstos en la política resulta -en determinadas coyunturas históricas- imprescindible. Se constituye así una tendencia de acción intelectual en la política que engarzará a tres generaciones constitutivas: la del 98, la del 14 y la del 27; es decir lo que Vicens Vives llamará “generación acumulativa del 98”. El espaldarazo a la emergencia social de esta “generación de intelectuales” lo dará -como suele ocurrir- la coyuntura histórica; en este caso, un acontecimiento que conmocionará al mundo: el inicio, a finales de julio de 1914, de la Primera Guerra Civil europea, la Gran Guerra.
 
Finalmente, se realizó un recorrido por los instrumentos literarios de agitación político-cultural de los que se servirá la Generación de 1914 para desarrollar sus teorías de acción política como acción pedagógica. Los semanarios Faro, Europa y el más importante de todos ellos, España, van a ser la clave para intentar recuperar los valores de la cultura hispana y poder articular su presencia pública. Las revistas de la Generación de 1914 nacen con la voluntad de denunciar cualquier situación insana e intentar reconstruir la nación. El programa de intervención que va a subyacer en todas ellas, especialmente España, podría resumirse en tres objetivos: en primer lugar, Europa; en segundo lugar, la política concebida como educación política; y, por último, una concepción de la política como intervención para mover y orientar a la opinión pública.
 
Agradezco a D. José Manuel Mochales su instantánea.

En Santander, a 26 de marzo de 2014.