sábado, 25 de julio de 2015

La ACdP y sus hombres (1939-1975): de la autarquía al desarrollismo. Curso de verano ACdP en Santander 2015

Los días 22, 23 y 24 de julio de 2015 se celebró el curso de verano de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), que tradicionalmente tiene lugar en el seminario diocesano de Monte Corbán de la ciudad de Santander, este año titulado La ACdP y sus hombres (1939-1975): de la autarquía a desarrollismo, que ha estado dirigido, como en ediciones anteriores, por el Dr. Luis Sánchez de Movellán

Puedes pinchar aquí para ver la crónica y las fotografías de este interesante curso.
Incluyo también un vídeo resumen elaborado por CEU Media (la parte dedicada a Santander a partir del minunto 5:30):




Quiero destacar algunos de sus actos en los que tuve el honor de participar.

El miércoles día 22 intervine en la inauguración, en una mesa presidida por don Carlos Romero, presidente de la ACdP y de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, por don Andrés Ramos, viceconsiliario nacional de la ACdP, por don Felipe Santamaría, delegado diocesano de Apostolado Seglar, y por el director del curso. Estas fueron mis palabras de bienvenida a los asistentes venidos de toda nuestra geografía española:

"Sr. presidente, caro Carlos; Rvdmo. viceconsiliario nacional, querido don Andrés; Sr. delegado diocesano de Apostolado Seglar, estimado Felipe; Sr. director del curso, amigo Luis; compañeros propagandistas, señoras, señores, amigos todos.
Sirvan mis primeras palabras para darles la bienvenida a Santander en nombre del Centro de Santander de la ACdP. Concretamente a nuestro seminario de Monte Corbán, corazón de nuestra diócesis.
Resulta un auténtico lujo, un año más, que la ACdP elija nuestra ciudad como sede para celebrar su ya más que tradicional curso de verano. En él, propagandistas de toda la geografía nacional gozamos de la oportunidad de recibir una misma formación de extraordinaria calidad académica, y además, y si cabe más importarte, de compartir valiosos encuentros personales que nos sirvan para fortalecen nuestro mismo sentir y obrar en aquellos ámbitos de la vida pública en la que nos movemos.
En esta edición se va a considerar la acción de destacados propagandistas que, entre 1939 y 1975, participaron en la nada fácil empresa de trabajar por el progreso de nuestra sociedad española, a pesar de la difícil situación socio-política por la que atravesó España durante este periodo de nuestra Historia reciente.
Esas personas no pueden dejar de sernos perenne ejemplo de cómo “arrimar el hombro” en la necesidad y de cómo enarbolar complejas tareas sociales. Ellos carecieron de muchísimos medios materiales e, incluso, humanos. Sin embargo, sin dejar de perseverar en sus objetivos, sí disponían de unos valiosos e imponderables recursos: el entusiasmo, el vigor y, sobre todo, la certeza que proporciona la fe, con la confianza de que sus esfuerzos estaban dirigidos a alcanzar un fin si cabe mayor y que supera todo entendimiento humano.
En definitiva, no “tiraron la toalla” en su empeño de reconstruir nuestra herida España, y para ello acudieron a los luminosos criterios que proporciona la Doctrina Social de la Iglesia. Si ellos con tan poco realizaron tanto, ¿qué no podríamos nosotros ejecutar hoy en día con tantas facilidades y medios para seguir trabajando por las personas y la sociedad que nos rodea?
Permítanme rescatar unas reflexiones del siervo de Dios Ángel Herrera Oria, nuestro paisano y a la sazón primer presidente de nuestra centenaria Asociación, que pueden servirnos de acicate para estimular nuestros intelectos y orientar nuestras voluntades dentro del seno de la vida pública española, recobrando así su actualidad a pesar de haber sido pronunciadas en 1946:

“En conjunto las clases altas españolas, hoy como de ordinario en el curso de la historia, no están a la altura de las circunstancias. No veo en ellas una espontánea, honda, continua, eficaz preocupación por levantar el nivel de las clases humildes. Y cuando digo clases altas, siempre coloco en ellas la aristocracia del talento y de la cultura” (1/2/1946).

Y, tres años más tarde, en 1949, decía:

“Lo que urge es formar (…) minorías que, teniendo hambre y sed de justicia en el corazón, y mente moderna iluminada por la doctrina de la Iglesia y por el conocimiento suficiente de la ciencia social, difundan con decisión y valor, con santa libertad evangélica, ante el pueblo, un programa positivo y concreto donde puedan coincidir las innumerables fuerzas que desean en España sinceramente la implantación de un orden social cristiano” (15/3/1949).

No dudo que estas palabras, efectivamente, tocaron y enardecieron el corazón de los protagonistas del curso de verano que esta tarde comenzamos.
Finalizo, excusando la presencia del alcalde de nuestra ciudad. Esta semana se celebran una multitud de eventos con ocasión de la Semana Grande de Santander en honor del apóstol Santiago, no permitiéndole ni acompañarnos ni enviarnos a ningún concejal que le represente. También a nuestro obispo, don Manuel Sánchez Monge, no le resulta posible estar ahora con nosotros, pero sí tendremos el honor de que presida la Misa que posteriormente celebraremos en la capilla de este nuestro seminario diocesano. Quiero también agradecer al comandante naval de Santander el que haya querido estar con nosotros acompañándonos esta tarde.
Quedo a su entera disposición para lo que tengan a bien menester, y no solo durante estos días en los efectivamente trataremos que su estancia en nuestra tierruca les sea agradable y provechosa. Muchas gracias".


El Popular TV Cantabria dedicó un video noticia sobre este primer día del curso, que contiene una breve entrevista al director del curso, Dr. Luis Sánchez de Movellán:



El viernes día 24 de julio me fue encomendada la tarea de presentar al actual director de la revista Razón Española: Dr. Gonzalo Fernández de la Mora y Varela, quien dirigió una ponencia titulada Federico Silva Muñoz: eficacia política y Razón Española:


"Buenas tardes. Continúa nuestro recorrido por algunos destacados propagandistas que entre 1939 y 1975 participaron en la nada fácil empresa de trabajar por el progreso de nuestra sociedad, a pesar de la difícil situación socio-política por la que atravesó España durante este periodo de nuestra Historia reciente.


La persona sobre la que enfocaremos nuestra atención esta tarde desempeñó importantes responsabilidades como propagandista al ser elegido vicepresidente de nuestra Asociación, en la LII Asamblea de Secretarios celebrada el 17 de septiembre de 1960 durante la presidencia de don Alberto Martín-Artajo. Como ustedes ya habrán podido adivinar me estoy refiriendo a don Federico Silva Muñoz.
Don Federico no solo reservó sus talentos para nuestra Asociación, sino que también los emplearía, entre 1965 y 1970, al servicio de nuestra sociedad española desde la cartera ministerial de Obras Públicas, siendo substituido al frente de este ministerio por don Gonzalo Fernández Mora y Mon, ministro entre 1970 y 1974. La fluida cooperación política mantenida entre ambos, les permitió también fraguar una sólida amistad.
Años más tarde, a principios de 1980, don Federico Silva Muñoz constituiría la Fundación Balmes con la finalidad de “contribuir al desarrollo de una concepción del mundo: el humanismo, que es la substancia racional de la filosofía cristiana”.
Desde el seno de esta Fundación se ideó la necesidad de publicar una revista de pensamiento. La íntima relación de amistad consolidada durante las décadas anteriores, llevó a don Federico a encargar a don Gonzalo que diseñase y dirigiera esa revista de pensamiento, que a la sazón se llama: Razón Española, que editaría su primer número en el bimestre octubre-noviembre de 1983.
Así, frente a un humanismo español doctrinalmente desarmado y carente de medios de expresión Razón Española “aspira a rectificar la estrategia dialéctica del humanismo de nuestro país” –afirmará don Gonzalo−, ya que “no es la retórica oportunista y falaz, sino la verdad experimental y racional la que nos hará libres”.
Para hablarnos del protagonista de esta tarde, don Federico Silva Muñoz, a la luz de la titánica labor intelectual enarbolada por don Gonzalo Fernández de la Mora y Mon, gozamos esta tarde de la autorizada voz del hijo de éste, de quien recogió el testigo –no sin la responsabilidad que ello supone− de la dirección de la revista Razón Española tras su muerte en febrero de 2002.
Nuestro ponente, don Gonzalo Fernández de la Mora y Varela, es licenciado en Ciencias Físicas y esmeró su formación académica en Ohio (USA), donde realizó un master en Ingeniería Eléctrica.
Les destaco algunas de sus responsabilidades que ha asumido y que jalonan su trayectoria profesional: entre 1980 y 1981, director del Centro de Cálculo del Instituto Nacional de Prospectiva; entre 1982 y 2004 forja una dilatada carrera en la División Aeroespacial de SENER INGENIERÍA Y SISTEMAS, S.A.; entre 2005 y 2007 dirige la empresa SEADM dedicada a la química analítica; y actualmente dirige, desde 2007, SEDET: una empresa fundada en cooperación con la multinacional francesa SAFRAN y el Centro Tecnológico Fundación CARTIF, con el objeto de desarrollar un equipo de detección de explosivos destinado a la seguridad aeroportuaria.
Así, en la persona del actual director de Razón Española, nuestro ponente de esta tarde, se encarna la constancia del empresario hecho a sí mismo, la valentía del promotor y la audacia del director de PYME’s dedicadas a la I+D en el área de ingeniería.
No sin acierto don Gonzalo nos acercará a la figura de Federico Silva Muñoz, eficacia política y Razón Española, desde la privilegiada óptica de la amistad que mantuvo con su padre".

Finalmente, el sábado día 25 de julio participé en el acto de clausura, junto al director del curso y el secretario general de la ACdP, don Antonio Rendón-Luna y de Dueñas, interviniendo en primer lugar:



"Sr. secretario general de la ACdP, Sr. director del curso, compañeros propagandistas, amigos todos.
Finalizan, tristemente, los trabajos y las reflexiones de este intenso curso en las que hemos abordado la figura de aquellos propagandistas que se erigen en perenne ejemplo de cómo “arrimar el hombro” en la necesidad y de cómo enarbolar y sacar a delante complejas tareas sociales, tan necesarias en nuestra España de entre 1939 y 1975.
Agradezco muy sinceramente a cada uno de los ponentes sus interesantes aportaciones, sin ellas la altura académica de este Curso de Verano no se vendría consolidando año tras años; a los presidentes de mesa por sus elaboradas presentaciones y por moderar prudentemente el coloquio posterior.
Y muy especialmente les agradezco a todos ustedes su asistencia al Curso. Vienen desde nuestra rica y abigarrada geografía nacional hasta nuestra ciudad de Santander para recibir esta formación que la ACdP nos proporciona, lo que sin duda puede suponer un importante esfuerzo, causa que nos estimula para intentar hacer lo más agradable posible su estancia entre nosotros. Su particular participación personal en los coloquios, en los momentos de descanso, durante la fraternal conversación de las comidas y de las visitas fuera del horario académico permite que el tono humano que se respira sea especialmente nutritivo para cada uno de nuestras personas.
Quiero recordarles que ustedes, y un servidor, en razón de nuestro ser propagandista nos incluimos en lo que nuestro primer presidente, el siervo de Dios Ángel Herrera Oria, señalaba como “clases altas”, esto es: “la aristocracia del talento y de la cultura”.
O, lo que es lo mismo, las siempre necesarias minorías hambrientas y sedientas de justicia, que tienen como referencia de acción los criterios de la Doctrina Social de la Iglesia, y que gracias al empleo de los talentos intelectuales y sociales trabajan por acercar al momento presente “un orden social cristiano”.
En cuanto vuelvan a sus hogares, comienza de nuevo la misión en nuestros Centros y con nuestros compañeros propagandistas, bien sabemos que “Omnia possum in Eo qui me confortat”.
Reiterando mi gratitud a cada uno de todos ustedes, felicitémonos por el resultado de este Curso a la espera de otros muchos más. Buen viaje y no dejen de tener un pedacito de Cantabria en sus corazones".

Santander y 25 de julio de 2015, solemnidad del santo apóstol Santiago, Patrono de España.