viernes, 26 de febrero de 2016

Pemán, cronista político del tardofranquismo (1960-1981), de José Peña González. Recensión.

Peña González, José, (2013), Pemán, cronista político del tardofranquismo (1960-1981), Prólogo de José Manuel Cuenca Toribio, Madrid, CEU Ediciones, Colección Asociación Católica de Propagandistas nº 13, 500 pp.
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José Peña González nuevamente nos abruma con un brillante y completo trabajo científico, que bebe de una de sus cuatro tesis doctorales, concretamente la correspondiente a Ciencias de la Información, y que considera la labor periodística de una de las figuras literarias imprescindibles de la historia intelectual reciente de España, a saber: José María Pemán y Pemartín.

El estudio cuenta con un elogioso prólogo del eminente historiador José Manuel Cuenca Toribio, que antecede a un apartado introductorio a modo de justificación de la presente investigación. En un segundo capítulo presenta una semblanza biográfica de Pemán con especial referencia a sus dimensiones como académico y político. Un tercer episodio, se centra en trazar las líneas principales de su pensamiento político.

El grueso del estudio se recoge en los capítulos 4, 5 y 6, donde conjugando el análisis y la síntesis se muestran las crónicas políticas desde el ocaso del franquismo hasta la muerte de Pemán, distinguiendo tres momentos: “La década prodigiosa” (1960-1970), “El ocaso de un Régimen” (1971-1975) y “Del tardofranquismo al postfranquismo” (1976-1981). Y, para terminar, nos ofrece sus conclusiones junto con una selecta bibliografía.

El primer capítulo persigue exponer la actitud de Pemán como cronista político del tardofranquismo, la etapa final del Régimen franquista, en la Pemán vivió una “época dorada como columnista político. La gran aportación de José María  Pemán ‒sostiene Peña González‒ es que su propia biobibliografía colaboró para forjar un “cambio de actitud de un gran sector de la sociedad española”, ayudando a crear el ambiente necesario en España para hacer posible “el cambio político tras la muerte de Franco y el advenimiento de la democracia” (19). Por otro lado, y no menos importante, se denuncia que apenas 25 años después de su muerte, su figura resulta prácticamente desconocida para la intelectualidad contemporánea.

El segundo episodio es muestra de un colosal ejercicio de síntesis al comprimir la rica y dilatada biografía de Pemán (Cádiz, 8/5/1897-19/7/1981) en unas breves páginas. Son rescatados para nuestra memoria los momentos más representativos de la vida del gaditano al tiempo que se reflexiona sobre ellos. Su vida, fundamentada sobre los pilares del catolicismo auténtico y de la defensa a ultranza de la monarquía, le permitió ser un hombre con una personalidad plena, comprometida, fiel a sus principios y de una manifiesta coherencia vital. Jurista de formación, ejerció la abogacía pero pronto colgó la toga para entregarse a las letras, especialmente a la poesía, aunque cultivó todos los géneros literarios. Su mejor registro lo encontraremos en periodismo. Especial mención de esta sección merecen los hechos dedicados a resaltar sus dimensiones académica y política.

El tercer capítulo desgrana el pensamiento político de Pemán, en quién se encarnaba el modelo de intelectual católico, monárquico, de formación tradicional y conservadora, dedicado a volcarla en ensayos y obras de gran contenido doctrinal. Sin embargo, pronto pasó a plasmarla en prensa y en obras literarias. También desempeñó la presidencia del consejo privado del heredero de la Corona Española encargándose de ser su interlocutor con el general Franco con el único fin de reinstalar la monarquía en España, tarea a la cual se consagró preparando el terreno para que el sucesor del caudillo fuera un rey. Su pensamiento político se sostendría sobre el trípode: Catolicismo, España y Monarquía. Peña González nos alcanza un par de referencias claves para introducirse en el pensamiento político de Pemán, a saber: el artículo “Mi toma de posesión” (El Debate, 23/2/1930), y los ocho artículos publicados en 1934 en la revista Acción Española bajo el título “Cartas a un escéptico en materia de forma de gobierno”. El poeta gaditano confió que el Movimiento Nacional, tras la Guerra Civil, devolvería a su lugar a monarquía tras la fatal experiencia republicana, pero lo que se instauró fue un régimen dictatorial que se alargó hasta la muerte de Franco. Por lo que Pemán se propuso la tarea de “reconquistar para Cristo la sociedad y el estado” (67). Así, en su condición de intelectual y negándole a la izquierda española el monopolio sobre la cultura, rescataría y actualizaría los postulados de la España tradicional sintetizados por Menéndez Pelayo. El contenido de estos dos últimos capítulos (2 y 3) resulta necesario para comprender su posterior tarea como cronista periodístico durante el tardofranquismo.

Los siguientes capítulos 4, 5 y 6 relacionan cronológicamente y uno a uno, en un claro ejercicio de análisis y síntesis, los más de 700 artículos periodísticos nacidos de la pluma del poeta gaditano durante el tardofranquismo. Al principio de los apartados 4 y 6 se incluyen unas breves introducciones históricas. La mirada pemaniana atravesó por toda clase de asuntos. Indiquemos los ejemplos más significativos: 70º aniversario de ABC, Adolfo Suárez, anticlericalismo, Carrero Blanco, Cataluña, cine, críticas y homenajes lite-rarios y teatrales, cultura, defensa ante sus críticos, derechos laborales, desigualdades sociales, economía, escenas costumbristas, Mercado Común, ética laboral, Europa, familia, fe y razón, Gibraltar, hispanidad, Iglesia, jesuitas, Kennedy, necrológicas de personalidades, Opus Dei, paganismo, política internacional, Semana Santa, sistemas democráticos internacionales, televisión, toros, turismo, Unamuno, universidad, etc. Aunque el poeta gaditano se centró principalmente en cultivar aquellos temas relacionados con sus principios (el catolicismo y la monarquía). Así, dedicó múltiples artículos a los Papas, al Concilio Vaticano II y la Doctrina Social de la Iglesia. Con frecuencia expondrá argumentos a favor de la restauración monárquica y sus valores, o sobre la idoneidad de que a Franco le suceda un rey. También trató la oportunidad del alzamiento nacional, como medio necesario para derrocar la República y restaurar la monarquía, reconoció las labores de gobierno de Franco, y criticó el devenir gubernativo de la pasada República. Pemán dedicó alguna crónica a la ACdP en la persona de Herrera Oria, cuando reconoció su labor en pro de la justicia social o cuando le crearon cardenal de la Iglesia, lo que entendemos de justicia mencionar, al incluirse esta investigación dentro de una colección dedicada a esta asociación.

Finalmente, las conclusiones del trabajo de Peña nos conducen resueltamente a afirmar que entre 1960 y 1981 Pemán fue un escritor que prestó su pluma al servicio de sus dos creencias básicas, a saber: su fe católica y su pasión monárquica. Su desilusión tras ver que el general Franco no reinstauró la monarquía tras la Guerra Civil, no le hicieron resignarse, sino que consagró su labor periodística a narrar el día a día de la sociedad española bajo el régimen franquista con el objetivo de crear un clima intelectual capaz de “convencer a amplios sectores de la población de la necesidad de evolucionar desde el franquismo a la monarquía democrática” (496).

Una vez más el Dr. Peña entrega a la comunidad académica una investigación rigurosa con múltiples notas al pie de página cargadas de utilísimos datos y referencias, circunstancia de especial interés para aquellos profesionales interesados en profundizar en la figura de José María Pemán, especialmente en lo que se refiere a su faceta periodística. Aunque la claridad expositiva y el ritmo narrativo que jalonan sus páginas permiten que este trabajo esté al alcance de cualquier lector, experiencia que le resultará muy gratificante al llegar a su conclusión y le llevará a recomendar su lectura.

Alfredo Alonso García – Universidad de Cantabria

Publicado en Biblioteca CEU (26 de febrero de 2016).