El martes 29 de junio de 2015 el Centro de Santander de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y la editorial santanderina Sal Terrae organizaron conjuntamente el acto de presentación en Santander del libro Democracia y caridad. Horizontes éticos para la donación y la responsabilidad, el último del filósofo y socio del Centro de Valencia, Dr. Agustín Domingo Moratalla, celebrado en el Ateneo de Santander.
Popular TV Cantabria dedicó una vídeo-noticia a esta presentación:
El acto fue introducido por el presidente del Ateneo de Santander, don Manuel Ángel Castañeda, tras él intervine con las palabras que incluyo más abajo, siguiéndome el rector magnífico de la UIMP, Dr. César Nombela Cano, cediéndole posteriormente la palabra a monseñor Manuel Sánchez Monge, obispo de Santander, y ya finalmente el autor del libro: Dr. Agustín Domingo Moratalla.
M. A. Castañeda, A. Domingo, Mons. Sánchez, C. Nombela y A. Alonso |
"Buenas tardes. En primer lugar, dar
las gracias al Ateneo de Santander por acoger la presentación del libro de
Agustín Domingo Moratalla: Democracia y
caridad. Horizontes éticos para la donación y la responsabilidad, en este
acto organizado conjuntamente por la editorial Sal Terrae y por el Centro de
Santander de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP).
Además del autor del
libro, tengo el privilegio de que compongan esta mesa: monseñor don Manuel
Sánchez Monge, obispo de Santander, y el doctor don César Nombela Cano, rector
magnífico de la UIMP. A ambos mi sincera gratitud por su generosidad al aceptar
nuestra invitación y acompañarnos esta tarde.
Permítanme unas breves palabras para presentarles al autor del libro, y una breve reflexión sobre el libro.
Agustín Domingo
Moratalla es catedrático acreditado de Filosofía Moral y Política de la
Universidad de Valencia. Actualmente dirige la muy diversa actividad académica
de la UIMP en su sede de Valencia, y además es socio del Centro de Valencia de la
ACdP.
Doctor en Filosofía y
Ciencias de la Educación por la Universidad Pontificia de Comillas, completando su formación académica como Fellow
en la Cátedra Hoover de Ética Social y Económica de la Universidad Católica de
Lovaina (Francia) y en el Centro para la Cultura y los Valores de la
Universidad Católica de América (Washington, USA).
Ha sido catedrático
de Bachillerato en Ávila y Salamanca, y profesor encargado de cátedra en la
Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA), en donde puso en marcha la Facultad
de Comunicación. Participó también en la implantación de la titulación en
Ciencias Políticas y de la Administración de la Universidad Cardenal Herrera
CEU, que tiene su sede en Valencia. Su alto sentido del servicio en busca del
Bien común le han llevado a desempeñar responsabilidades políticas como
director general de la Familia, Menor y Adopciones en la Generalidad Valenciana
(2001-2003).
Don Agustín es
también responsable de una rica producción bibliográfica, que ha merecido el
galardón de varios premios nacionales otorgados tanto por el Ministerio de
Cultura como por la institución Manos Unidas.
Rescato solo cuatro
títulos de su obra filosófica: Un
humanismo del siglo XX. El personalismo (Madrid, 1985); Ética
de la vida familiar. Claves de ciudadanía comunitaria (Bilbao, 2006); Posee numerosos estudios sobre Ética. Les cito sólo uno:
Ética. Todo lo que usted
estudió y nunca debió olvidar (Madrid, 2001); o,
de más reciente publicación: El arte de cuidar: atender, dialogar y responder
(2013).
El doctor Agustín
Domingo Moratalla parte en su análisis, en este su último libro, desde el hondo
significado que emana de los conceptos de “Democracia” y de “Caridad” para
repensar la urdimbre del tejido social y político actual empleando las
categorías éticas de donación y de responsabilidad, para señalar la
irrenunciable dignidad de la persona humana y su vocación para implicarse en el
logro del Bien Común.
La perennidad y
actualidad filosófica del personalismo comunitario y la herméutica filosófica
de Paul Ricoeur y Hans-Georg Gadamer serán los hilos conductores por los que
discurrirá la argumentación de este riguroso trabajo académico.
Quiero subrayarles la
importancia de “la donación” porque de ella emana la capacidad de la persona para
escuchar, prestar atención y de ser receptiva a otras personas. A juicio del
autor urge recuperarla como categoría moral porque “la vida humana no solo es
concebida como proyecto y construcción, sino que la vida de la persona también
es descubrimiento y donación”. Además, los actos morales propios de “la
donación” han de imbricarse con las consecuencias de la “lógica de la
sobreabundancia y del don”, la cual nos abre al mundo del per-don, que no
significa un “hacer” sino un “dejar hacer en nosotros”.
La ética
socio-politica sobre la que construimos los espacios públicos de deliberación -denunciará don Agustín- no pueden alimentarse exclusivamente de argumentos
políticos, que desde una lectura reduccionista y estrictamente racional se
identificarían con “el sistema político democrático”; sino que necesitan
también nutrirse de la variedad de los argumentos éticos, culturales y teológicos, siendo
así, desde esta riqueza humana, donde aparece la “lógica del don” y que
podríamos englobar bajo el concepto de “caridad”. Aquí es dónde se plantea la
necesidad de la existencia de una responsabilidad que considere la persona como
sujeto ético, capaz de pensar conjuntamente el valor de las convicciones, la
solidaridad y el perdón.
Nuestro autor no
dudará en entrar a reflexionar y responder a las cuestiones más candentes de
nuestra actualidad socio-política. Entre ellas la necesidad de una regeneración
ética y política de las instituciones y de los poderes públicos, la cual “pasa
por la revisión de criterios de promoción interna dentro de los partidos y la
regulación del ejercicio de la actividad política por ciudadanos competentes y
con capacitación profesional”.
El autor en su
análisis de la regeneración política introduce tres sugerentes conceptos que
merecen nuestra atención y que considero esenciales para adentrarnos en la
argumentación que nos presenta:
[1] dinamizar (nutrir de energía moral la vida de las instituciones),
[1] dinamizar (nutrir de energía moral la vida de las instituciones),
[2] hermeneutizar
(redescubrir el horizonte normativo, esto es, el entramado jurídico y de
costumbres sobre el que se fundamenta nuestra Socidad), y
[3] cordializar
(construir la caridad en la verdad).
También acompaña a su exposición un interesante “decálogo político” que bebe del magisterio pontificio del Papa Francisco desde donde repensar la política, que podría resumirse en conocidas expresiones suyas: “atender a las periferias”, “economía del descarte”, “atención amante”, “espacios sanadores y motivadores”, etc.
También acompaña a su exposición un interesante “decálogo político” que bebe del magisterio pontificio del Papa Francisco desde donde repensar la política, que podría resumirse en conocidas expresiones suyas: “atender a las periferias”, “economía del descarte”, “atención amante”, “espacios sanadores y motivadores”, etc.
Finalizo con una
breve alusión al primer presidente de la ACdP, el santanderino Ángel
Herrera Oria, que como bien saben, parte de su intensa vida púbica la dedicó
a ser director del periódico El Debate,
el más influyente de la primera mitad del siglo XX. Pues bien, en un
editorial de 13 de enero de 1928, se pregunta lo mismo que hoy nosotros nos cuestionamos,
y que efectivamente se pregunta el doctor Agustín Domingo Moratalla: “¿Hay hombres preparados para la política?”.
Afirma el editorial:
“Se dice frecuentemente que no hay hombres para los cargos públicos. ¿Se ha pensado en la causa de ese hecho? No hay hombres en gran parte, porque no hay ideas, no hay principios, no hay cultura fundamental. Esta relación entre
Y, citando un fragmento de un discurso de nuestro también paisano, don Marcelino Menéndez Pelayo, de 1891, el editorial de Herrera Oria de El Debate completa su reflexión y da un remedio:
“A semejante mal, sólo se ve un remedio: recordar al arte
de la política, su dependencia de la ciencia política; recordar a la ciencia
política su dependencia de la ciencia moral; recordar a la ciencia moral su
dependencia de la
Metafísica , raíz, al mismo tiempo que complemento, de todas
las ciencias humanas”.
Esta obra que hoy presentamos del doctor Agustín Domingo Moratalla posee un completo conjunto de análisis filosófico que resulta “un soplo de aire fresco” para el entramado intelectual que sostiene la acción político-social, enriqueciendo -además- la reflexión de la Doctrina Social de la Iglesia. No cabe duda, que el autor desde la solidez de su formación académica y de su dilatada experiencia profesional aborda un imprescindible estudio de necesaria lectura con respuesta a problemas actuales y que nos preocupan sobremanera, entregándonos claves y criterios desde donde interpretar y afrontar las debilidades adolecidas en el vigente sistema socio-político.
No les anticipo más. Es momento en que ustedes mismos lo comprueben por sí mismos e inicien su lectura".
En el Ateneo de Santander, a 29 de junio de 2015.
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