jueves, 3 de marzo de 2016

Ángel Ayala, S.I., de Francisco Cervera. Recensión

Cervera, Francisco (2009), Ángel Ayala, S. I., Prólogo de Mons. César Franco Martínez, Madrid, CEU Ediciones, Colección Centenario Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) nº 3, 508 pp.
P. Ángel Ayala

Nos encontramos ante la reedición de la biografía del jesuita Ángel Ayala y Alarcó (1867-1960) escrita por Francisco Cervera Jiménez-Alfaro titulada Padre Ángel Ayala. Biografía (Euroamérica, 1975). Aunque en esta ocasión está editada por CEU Ediciones para la colección conmemorativa Centenario de la ACdP (1909-2009), con prólogo de monseñor César Franco Martínez, obispo auxiliar de Madrid y también consiliario nacional de la ACdP (I-III).

La Asociación Católica Nacional de Propagandistas (ACNdP, hoy ACdP), encargó la redacción de esta biografía a Francisco Cervera (1893-1984) en razón de su cercana relación con el P. Ayala, gracias a su condición de propagandista desde 1924.

El autor ha sabido ensamblar minuciosamente cada una las facetas del P. Ángel Ayala, presentándonoslas exhaustivamente a medida que avanzamos en la lectura de esta obra, iniciada con una Introducción: “Medio siglo de acción orientadora en España” (V-XV), para desglosar seguidamente, en nueve partes, la fructífera vida del P. Ayala: I) Presentación (1-44), II) Orígenes y formación. 1866-1903. La ciudad natal del Padre y España en la década 1866-1877 (45-99), III) Años de transición y obras principales (101-166), IV) Otras dos fundaciones (1911-1912) (167-232), V) Renovación de actividades (1918-1938) (233-257), VI) Actividades Finales del P. Ayala (259-296), VII) Diez años de lúcida ancianidad (297-338), VIII) Homenajes y cincuentenarios (1953-1959) (339-390), y IX) Fallecimiento, exequias y conmemoraciones (1960-1964) (391-415). Esta profusa biografía acaba con unos Apéndices (417-481).

La Introducción nos adelanta en apretada síntesis los principales rasgos de la vida del P. Ayala, definido como un “hombre-institución” que se adelantó medio siglo a sus coetáneos al servicio de la Iglesia y de España (VI); rasgos que se ampliarán gracias a la nutrida y ordenada recopilación de datos y testimonios con los que se reconstruye la personalidad del jesuita ciudadrealeño.

La primera parte de la biografía se detiene en el perfil moral del P. Ayala, quien procuró vivir conforme a su ideal del religioso no llamando la atención en nada y buscando ser santo por la perfección de las obras ordinarias (3). Se exponen las sobresalientes facetas humanas del jesuita, por las que fue referente para muchas personas: profesor, educador y conservador; confesor, consejero y director espiritual; escritor; organizador y superior; y fundador de obras y asociaciones apostólica (11-33). Y, se nos confía el “secreto” de su apostolado: felicidad y alegría.

La segunda parte dibuja sucintamente el marco social y económico de su municipio natal: Ciudad Real (47-50), y el momento político “bisagra” que España vivía entre el fin del reinado de Isabel II y la implantación de La Restauración borbónica (51-56). Se recorre el meticuloso itinerario formativo realizado desde su infancia en Ciudad Real (56-66); pasando por sus primeros estudios con los padres jesuitas en Orihuela (Alicante) (67-71), su formación universitaria en Valladolid y Deusto (71-86); hasta sus años de noviciado en la Compañía de Jesús en Murcia y Granada (86-99) y su ordenación sacerdotal en 1903.

La tercera parte se fija en el delicado contexto histórico y social por el que atravesó España entre 1897 y 1931, caracterizado por la “liquidación de nuestras colonias” de ultramar; el anticlericalismo sistemático de los sectores sociales liberales; la oposición política al gobierno de Maura; la dictadura de Primo de Rivera; y, finalmente, la instauración de la IIª República. Será en medio de esta situación social, en Madrid y a partir de 1908, cuando el P. Ayala desarrolle sus obras principales (125-166): la dirección del Colegio de Areneros y la de la Congregación de San Luis; la erección del Instituto Católico de Artes e Industrias (ICAI) para la educación de la juventud obrera; y cómo varios de aquellos “luises”, orientados por el P. Ayala, fraguaron en 1909 una magna obra apostólica nacida bajo el nombre de Asociación Católica Nacional de Jóvenes Propagandistas (ACNdJP, después ACNdP, hoy ACdP), con Ángel Herrera Oria como su primer presidente.

La cuarta parte considera ampliamente otras dos fundaciones que entre 1911 y 1912 impulsó el P. Ayala, a saber: el seminario menor de san Ignacio de Loyola en Ciudad Real, el cual se ubicaría en la casa familiar del propio P. Ayala (169-219) y el diario católico El Debate, colocando a su frente a Ángel Herrera Oria (1911-1933) (221-232).

La quinta parte recoge su intensa actividad entre 1918 y 1938 (237-251), aludiendo a sus responsabilidades como rector del Colegio de Areneros, maestro de novicios en Granada y en Aranjuez. Incluye también cómo el P. Ayala vivió la aciaga Guerra Civil (253-257).

La sexta parte se centra en presentar sus principales publicaciones: Formación de selectos, Educación de la libertad, Ignacianas y Exámenes prácticos (262-267), todas ellas “rebosantes de sentido común y de experimentada doctrina” (261). La BAC ha editado sus Obras Completas entre 1999 y 2002. También se cuenta cómo participó en la erección de la Congregación de las Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús (1941) (275-282), y en la organización social de los estudiantes (Confederación Nacional de Estudiantes Católicos) y de los obreros (Instituto Social Obrero, ISO; y el Sindicato Obrero).

La séptima parte del libro está reservada a la ancianidad del P. Ayala caracterizada por “la inocencia o candor de niño que siempre conservó; sin amarguras, sin caer en el pesimismo, sin derrotismo ni enconos”. El autor, distingue en la vida del P. Ayala dos momentos: una más larga, “de una bondad exteriormente enjuta y grave”, y una segunda, “de preocaso, en que la alegría y la capacidad de aceptar y seguir la broma, constituía su mayor encanto”, que corresponden a sus 10 últimos años de despierta y lúcida ancianidad (300).

La octava parte se centra en enumerar los homenajes que el P. Ayala recibió en vida. En 1953 con motivo de su nombramiento como hijo predilecto de su ciudad natal, concediéndosele también la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio (344-354). La Congregación Misionera del Sagrado Corazón de Jesús (1954) (355-356). En 1959 con ocasión del 50º aniversario de su creación se rindieron homenajes a su fundador: el Colegio de Areneros (359-360) y la ACNdP, en el que intervinieron el expresidente de la ACNdP, Fernando Martín Sánchez-Juliá (372-378), el presidente Francisco Guijarro (379-384) y, finalmente, el obispo de Ciudad Real, monseñor Hervás (385-386).

La última y novena parte describe las exequias del P. Ayala, quien falleció el 20 de febrero de 1960 en Madrid (393-402). Durante su funeral el obispo de Málaga realizó una oración fúnebre (394-397), recordó consejos del jesuita, a modo de testamento: “¿Qué nos pedía? (…). Abnegación individual y colectiva. Unión entre vosotros mismos. (…). Audacia cristiana; (…). Hay que ser hombre de oración y también hombres de fe, hombres de sacrificio (…)” (397). Seguidamente, sus restos se trasladaron a Ciudad Real para ser enterrado junto con sus padres en lugar que fue su hogar familiar, que en su momento el mismo P. Ayala cedió a la Compañía de Jesús para erigir allí una iglesia (397-398).

Esta profusa biografía finaliza con unos Apéndices que contienen una selecta “Correspondencia” y unos novedosos “Apuntes Inéditos” de un proyecto de libro que el P. Ayala dejó inconcluso al que intitularía Si yo fuera Ministro… Si yo fuera Ministro.

En definitiva, este trabajo de Francisco Cervera es una pluscuamperfecta obra para introducirse en la rica vida de Ángel Ayala, cargada de pequeños detalles biográficos y de múltiples testimonios que nos acercan a su afable y ejemplar figura humana, que no dejó en ningún momento de tener a Jesucristo en el centro de su vida, causa primera y última que le motivó a volcarse en la promoción de múltiples obras sociales, que redundaron claramente en beneficio de toda la sociedad española.


Alfredo Alonso García - Universidad de Cantabria

Publicado en Biblioteca CEU (3 de marzo de 2016).

No hay comentarios: