martes, 10 de junio de 2008

El teléfono de la Ministra Bibiana Aído

El teléfono de la Ministra Bibiana Aído está dando mucho que hablar... Los medios de comunicación se han hecho eco de su primera comparecencia pública en la que presentó el "superteléfono" del Ministerio de Igualdad (¿para cuando el de Libertad y el de Fraternidad?) que resolverá todos los problemas de "violencia de género", el machismo y los otros despropósitos a los que la naturaleza humana masculina degenera. ¿Y porqué sólo los masculinos? ¿Las mujeres no tienen derecho a resolver sus problemas sexistas?

Ya me lo estoy imaginando: "Consultorio de Bibiana Aído, ¿dígame? ¿Qué problema tiene? Tenemos todo tipo de terapias para corregir sus neuras y sus comportamientos machistas. No se preocupe si usted es agresivo o tiene la debilidad de denigrar pública o privadamente a su pareja, nosotros le ayudaremos a canalizar su tergiversada masculinidad para reconvertirle en el hombre que nuestra sociedad necesita; no lo dude, déjese asesorar por nosotros y le ayudaremos a ser ignorante, aborregado, metrosexual, políticamente correcto, reacio a la realidad transcendente y, sobre todo, enemigo de sentarse a pensar en silencio... no vaya a ser que descubra los engaños de nuestro Gobierno y no quiera vivir como nosotros le digamos".

Señora Ministra, con toda la consideración que me merece su persona y su responsabilidad política, ¿por qué no dedica su "valioso" tiempo (valioso porque su nómina no es "mileurista", ¿verdad?) a promocionar aquello que erradicará eso que precisamente su "superteléfono" quiere contener? ¡Ah!, ¿qué no sabe cuál es esa extraordinaria solución? La respuesta es obvia, basta un poco sentido común: ¡dedique la potestas que todos los españoles legítimamente le hemos otorgado para impulsar las HUMANIDADES! Sí, Sra. Ministra, invierta en educación humanística: teatro, arte, literatura, filosofía, historia, idiomas y, ¿por qué no?, hágale también un hueco a la teología, que intentar dar respuesta sobre el Absoluto no es contraproductivo para la búsqueda del sentido de la vida del hombre.

Permitir que todos los hombres, especialmente las nuevas generaciones, se impregnen de la humanidad del Humanismo les ayudará a valorar a las personas que tengan a su alrededor y a descubrir en ellas la belleza que emana de sus vidas y de sus obras. El cultivo de las Humanidades les hará capaces de crear obras de arte, desarrollar su ingenio y su imaginación para escribir novelas o poemas que estimule el espíritu de los hombres que les lean, reflexionar críticamente sobre todo aquello que nos rodea intentando aportar soluciones, evitar repetir los errores que la actualidad reproduce, al conocer los del pasado, y además, uno de los principales frutos de poseer una formación humanística es la disposición para vivir y convivir con el máximo respeto a la libertad de las personas que nos rodean, que es justo lo que Usted, Sra. Ministra persigue con ese "superteléfono". ¿Para qué inventar un medio para "dar soluciones" cuando ya existe el quicio que forma hombres auténticos? No lo dude. Impulse la lectura de los clásicos del Siglo de Oro (por poner un ejemplo, porque la buena Literatura es ingente), fomente el respeto a la Lengua y a la Gramática (¡y déjese de "miembras"), haga propaganda de los acontencimientos históricos que hicieron a de la Cultura española internacional, enseñe a comprender el lenguaje artístico, etc., y verá como las personas se escucharán más, se ayudarán más, y sobre todo, se querrán más porque verán a los hombres que les rodean son dignos de respeto.

Una pregunta, ¿creará su Ministerio también un "superteléfono" para combatir el feminismo aberrante que discrimina a los hombres y propone iniciativas lejos del sentido común y que a priori desconfía de la naturaleza humana masculina? ¡Ah, por cierto! ¿Las personas que atiendan ese "superteléfono" trabajarán las 40 horas o no les quedará más remedio, por imposición de Europa, que estirar la jornada a 65 horas a la semanas?

En Barcelona, a 11 de junio de 2008.

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