martes, 17 de junio de 2008

Filosofía política de Santo Tomás de Aquino. Carlos Caso-Rosendi

Hoy os presento un post que he encontrado en el blog de Carlos Caso-Rosendi en el que traduce un artículo del P. Schall que habla sobre la filosofía política de santo Tomás de Aquino. Me ha resultado interesante y he querido compartirlo contigo. En él se presenta sintéticamente 17 principios a tener en cuenta para el noble arte de la política. Es muy breve así que no hay excusa para no leerlo.

En Barcelona, a 17 de junio de 2008.

"Una breve reflexión del Padre Schall que resume los puntos principales del pensamiento de Santo Tomás de Aquino en lo que toca a la política. El Padre Schall escribe regularmente para InsideCatholic.com.

Rev. P. James V. Schall, S.J.

Sto. Tomás de Aquino se expresó siempre en forma sucinta. Encontró un sinúmero de cosas sobre las que pensar. Podía, con unas pocas palabras, iluminar el total de un tópico en forma totalmente lógica. Escribió muy poco sobre política. Se extendió sobre otros temas, así llamados “políticos” -propiedad, rebelión, prudencia, justicia, virtud y el bien común-. Al comentar los Evangelios de S. Mateo y S. Juan habló de la muerte de Cristo y de “las cosas de César”. Aquí propongo listar brevemente la posición de Sto. Tomás de Aquino en lo que toca a cosas de corte político. Es mi esperanza que esta presentación nos de una idea del pensamiento político del “Doctor Angelicus”.

1. Un ser humano, en cuerpo y alma, es una persona singular creada para sus propios propósitos y con un destino que trasciende y por lo tanto limita cualquier orden político.

2. El hombre es y permanece siempre como un ente político.

3. La entidad política (politeia) es una relación existente entre seres humanos reales que define el orden de acción entre sus miembros, en especial aquellas acciones ejecutadas en libertad.

4. El más alto destino del hombre no es político. Lo político puede y debe proveer “felicidad” del tipo que llamamos “temporal". Pero no existe una entidad política perfecta y con frecuencia ésta contiene leyes y costumbres que militan en contra del bien del hombre.

5. La felicidad humana consiste de las actividades de la virtud, el objeto de las cuales son nuestros temores, placeres, relaciones con otros, propiedad, ingenio, enojo y habla. Cada persona es responsable por la manera de conducirse a sí mismo.

6. Cada acción lleva adosado un placer que le corresponde. El placer en sí mismo nunca es errado, solamente lo es cuando es obtenido por un medio desordenado. El placer está diseñado para promover y realzar los bienes que nos han sido otorgados.

7. Las formas de gobierno corresponden al orden o desorden de las almas. La política refleja lo que eligen habitualmente los ciudadanos, su propia definición personal de lo que consideran como vicio o virtud. Las nociones modernas de que el alma es formada solamente por obra de la política niega las bases y el origen de la vitalidad y acción del orden público.

8. La ley, definida como “la promoción de la razón, para bien común, por las autoridades competentes que la promulgan” es el contexto en el cual Sto. Tomás de Aquino discurre sobre la mayoría de las cosas políticas". Una ley irrazonable no es una ley -dice al citar a S. Agustín- ya que carece de uno o más de los elementos de esa definición.

9. Una cosa puede ser el fin que se convierte en el medio de otro fin mayor. De tal modo, la entidad política es un fin, pero ordena a sus miembros para un propósito más elevado. La entidad política no define sus propios altos propósitos sino que solamente los reconoce.

10. Una entidad política necesita contener en si misma al menos a aquellos que están orientados completamente a un fin más allá de la misma política. Todos los miembros de una entidad política tienen un destino trascendente. La presencia de contemplativos y filósofos dentro de cada sociedad es necesaria y beneficiosa.

11. La vida política es valiosa pero peligrosa. El pecado original es un factor en la vida de cada individuo y esto incluye a los políticos. Sus virtudes son prudencia y justicia, sin embargo, la justicia legal sujeta a todas las virtudes a la supervisión de la entidad política.

12. En su mayoría, los hombres no son perfectos. Por lo tanto la ley no debe ser más estricta de lo que la mayoría de los hombres pueden practicar al observarla.

13. La ley debe ser una regla de referencia del bien y el mal, aun cuando no pueda ser ejercida a la perfección.

14. La virtud no consiste en seguir simplemente la letra de la ley sino que es normalmente más estricta o noble de lo que la ley define.

15. Sto. Tomás de Aquino afirma que la propiedad privada es la mejor manera de promover los propósitos para los que hemos recibido el mundo. Por ejemplo que en general los hombres puedan proveer lo necesario para sí mismos.

16. La revelación es dada para que hombres comunes puedan hacer lo que es bueno y necesario para su salvación e indirectamente para el bien de la entidad política.

17. La revelación divina accede a la razón. La razón solo reconocerá este acceso provisto que la misma razón haya generado inquietudes genuinas, y que haya intentado resolverlas por sí misma".

Rev. P. James V. Schall

Traducido por Carlos Caso-Rosendi


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