martes, 17 de marzo de 2009

Homer Simpson no encuentra trabajo en España

En el último capítulo de The Simpson en la Fox vimos como se quedaron sin su casa a causa del abuso que realizaron sobre los créditos hipotecarios. Esta famosa familia de dibujos animados para adultos parodia esta situación del desahucio, siempre "límite" y desagradable para toda familia, circunstancia que no está nada lejos de la realidad de la crisis financiera por la que está atravesando los USA. Su "vecinito" Flanders compró, finalmente, la casa en venta y se la alquiló a Homer para que no se quedaran en la calle.

Para poder pagar el alquiler de la casa, sus deudas hipotecarias y todo lo necesario para sostener al resto de la familia necesariamente Homer debe pluriemplearse. Todos sabemos que el "paterfamilias" Simpson trabaja en la central nuclear de Sprinfield; pero Homer no encontrará trabajo en España porque las plantillas de sus centrales nucleares se reducen y, además, el Ejecutivo de nuestra patria -con nuestro Presidente Zapatero a la cabeza- ni promociona ni apuesta por la Energía nuclear. A este ritmo, en no mucho tiempo -si no lo estamos ya- en este competitivo mundo de la investigación energética nuclear estaremos a la cola de Europa y Occidente, y si me apuras del mundo (como la tasa de natalidad). ¡De vergüenza (como lo de la tasa de natalidad)!

Estas impresiones mías y otras que me callo (y que seguro estás pensando ahora) han sido confirmadas con las declaraciones de nuestra brillante ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, en el reciente coloquio organizado por el Club Siglo XXI en Madrid en dónde manifestó que la Energía nuclear para España "no es una apuesta recomendable". Unos de los argumentos, supongo que de peso, que presentó fue que "hoy por hoy, no está resuelto el tema de los residuos nucleares". ¡Claro que no está resuelto! No nos está diciendo nada nuevo. No está resuelto ni en España ni en el resto del mundo. ¡Es tarea de los Gobiernos y de sus Instituciones científicas! ¿A qué están esperando? ¿A vernos sepultados de ellos? Pero no es razón afirmar que no producimos energía nuclear porque no sabemos qué hacer con sus residuos, cosa no del todo cierta porque últimamente ha habido soluciones como la del deshecharlas en las fosas de los fondos marinos. Si necesitamos de esa energía habrá que implantarla, y al tiempo estudiamos cómo deshechar sus residuos. Nos comemos la naranja pero consideramos cómo y dónde dejar su cáscara..

Otro argumento contundente de nuestra Ministra es que las centrales nucleares son seguras pero que pueden tener accidentes. Sra. Garmendia, ¿no cree como yo que casi todas las actividades humanas, por no decir, todas -en razón de la imposición de las limitaciones de nuestra naturaleza-, son susceptibles de error, y por tanto, de provocar un accidente si las consecuencias son graves? ¿No será que no se quiere invertir en investigación y ejecución de medios que incrementen la seguridad de las centrales, que por cierto producen energía totalmente limpia y respetuosa con el medio ambiente?

Si, finalmente, hiciésemos caso a la Ministra, ningún país produciría energía nuclear. Recordemos que con la aparición de este tipo de energía el nivel de bienestar y la calidad de vida de la Sociedad Occidental, principalmente, aumentó y aumenta considerablemente.

Mas todo no son críticas. Estoy de acuerdo con nuestra Ministra en que las energías renovables son una "apuesta ganadora" por el respeto del medio ambiente y por la producción de aquella energía con vistas a completar las necesidades que nuestro país precisa. Pero no hay que engañarse, las energías renovables actualmente aportan casi el 9% de la energía consumida; aunque el objetivo para nuestro Gobierno es llegar al 20% en 2020: hoy por hoy una utopía, Sra. Ministra.

En Barcelona, a 17 de marzo de 2009.

Publicado en España liberal y en Cope.es.

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