jueves, 6 de marzo de 2008

Primum vivere, deinde philosophari

Primero vivir, después filosofar. Así reza el adaggio latino para mostrar la importancia de que buscarnos lo más inmediato para vivir, y después sólo después, dedicarnos a reflexionar sobre lo que nos rodea.
Ése el sentido de la vida. En esto se fundamenta nuestra felicidad. No es por eso lógico que nos quedemos parados (y las cifras de lo que van de año son de miedo: 185.000 parados!!), esperando a la "sopa boba". ¡Compañeros! Elevemos nuestras voces. Unamos nuestras voluntades, y gritemos: ¡trabajo!, ¡trabajo digno!, ¡trabajo digno y bien remunerado!
No es posible que miles de jóvenes licenciados o postgraduados de master, con una formación excelente y estupenda, mendiguen por las empresas españolas para que les den un mísero puesto de becario, por nada más y nada menos que 300 euros en una jornada diaria más que completa de 10 horas.
¿Qué necesita un joven, hoy, para poder sobrevivir? Trabajar 40 horas semanales para ganar un sueldo digno, que le permita pagar el coste de la vida. Porque vivir actualmente en España no es que sea barato. Con un sueldo no te da para pagar la hipoteca. ¿Cómo lo haces para hacer la compra en el super? Porque comer, nos gusta a todos. O, ¿es que hemos adquirido la mala costumbre de comer 3 veces al día?
Amigo, no son momentos fáciles. Nunca lo fueron. Trabajemos por una sociedad mejor. Presionemos a nuestros dirigentes políticos para que nos den la mejor subvención que nos pueden dar: el trabajo. Un trabajo digno y bien pagado. ¡No quiero más que un trabajo que me permita vivir con dignidad! Acaso, ¿no es ese un derecho fundamental recogido en nuestra Constitución, y amparada en la Ley natural?
Santander, a 6 de marzo de 2008