lunes, 16 de junio de 2008

Christifideles Laici. Juan Pablo II. (I) Reflexiones anteriores de la CEE

Actualmente estoy releyendo la exhortación apostólica de Juan Pablo II Christifideles laici (Los fieles laicos). A medida que avanzamos sus puntos tocamos casi todos, por no decir todos, los temas relacionados con la vida pública. Esta exhortación apostólica sigue en plena vigencia, pues sigue siendo necesaria, hoy más que nunca, si cabe, la preparación de los cristianos que de un modo u otro queremos servir a la Sociedad. Cada lunes quiero presentaros algún fragmento de esta exhortación apostólica por si os puede servir de ayuda en vuestro "quehaceres" en medio del mundo.

Antes, os invito a recordar
que esta madura y meditada reflexión sobre la vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el Mundo (sancionada el 30 de diciembre de 1988) tuvo ya un antecedente en España: la sensibilidad de la Conferencia Episcopal Española vio la necesidad de formación para poder participar adecuadamente en la vida pública, por lo que redactó la Instrucción pastoral de la Comisión permanente de la CEE Los católicos en la Vida Pública (22 de abril de 1986) de la que os rescato de vuestra memoria en concreto a lo que se refiere al campo de la política, los subrayados son mios:
"167. La inspiración cristiana de la actuación de los católicos en el ámbito estrictamente político no puede reducirse a cuestiones secundarias de si pueden o no llevar el nombre de cristianas. Lo decisivo es que una experiencia cristiana integral, vivida en el seno de la Iglesia sea capaz de iluminar y motivar los objetivos propios de la actividad política, las preferencias programáticas, la selección de los medios en sus dimensiones humanas y morales y las mismas estrategias utilizadas.


168. Estamos convencidos de que esta inspiración cristiana de la actividad política puede y debe existir sin poner en peligro la legítima autonomía de la política y de los políticos. No se trata de convertir a la Iglesia en una alternativa política. Tal intento significaría desnaturalizar a la misma Iglesia y atropellar la legítima libertad de los católicos en sus decisiones temporales (cfr. Vaticano II, Gaudium et Spes nn. 75-76).

169. Esta inspiración cristiana de la política no podemos darla por supuesta ni podemos esperarla de la improvisación. Es preciso fomentar expresamente la adecuada formación de los católicos en conformidad con la doctrina social y moral de la Iglesia; es preciso impulsar actividades o instituciones dedicadas a la formación y capacitación de los católicos para que puedan actuar en los diferentes ámbitos de la vida política con verdadera inspiración espiritual y adecuada preparación profesional. No es tarea fácil superar en la práctica el riesgo de la separación entre lo que es inspiración cristiana y lo que corresponde a las técnicas de la actuación política. No valen los viejos moldes. Hay que arrancar de la situación actual contando con una visión renovada de la Iglesia, de la sociedad y de las relaciones entre ambas.

170. Se necesitan, por ello, instituciones donde los cristianos adultos y jóvenes puedan descubrir la nobleza de la vocacion política y las exigencias cristianas de su ejercicio, sin olvidar que del corazón justo nacen principalmente los proyectos que hacen posible la convivencia en el bien común.

171. La creación, configuración y desarrollo de las asociaciones civiles adecuadas tiene que ser obra de aquellos cristianos que, movidos interiormente por las exigencias y responsabilidades cristianas, y en ejercicio de su condición y derechos civiles, se decidan a participar libremente y bajo su propia responsabilidad en la vida política. El respeto al bien común y al mismo bien pastoral de la Iglesia requieren que en estos asuntos se evite hasta la apariencia de intervencionismo de la Iglesia o de las autoridades eclesiásticas más allá de sus competencias estrictamente religiosas y morales".
¡Espero que os pueda servir para estar en el candelero! El próximo lunes ya comenzaremos con la Christifideles laici.

En Barcelona, a 16 de junio de 2008.

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